Las ganas

Te fuiste sin avisar, y en ese preciso momento llegó el invierno. Intento resistirlo, pero el frío se apodera de mis labios, de mis ojos, de mis huesos. Me ahoga el aire helado de esta ciudad, pero más me ahoga pensar que tú no estás en ella, que nunca más volverás.
Quiero que sea verano otra vez, quiero que regreses, pero sé que es imposible que sea como antes.
El verano volverá, pero para entonces ya se habrán congelado las ganas.

©Pobre Julieta

Deja un comentario